Carpa

Carpa (Cyprinus carpio)

¡¡¡Hola bicheros!!! Qué ganas tenían algunos de este bicho. Ya que más o menos todo el mundo lo conoce vamos a ver si sabemos algo diferente a cerca de la carpa.

Lo primero de todo, comenzamos por el tamaño y la longitud, es un pez un poco rechoncho tirando a gordo y poco alargado por los que las tallas más grande que suelen encontrarse (los que tienen suerte) rondan aproximadamente los 20 Kg y el metro de longitud, lo que se puede traducir como una señora carpa. Un rasgo muy identificativo de su morfología son las barbillas que presentan en pares de dos, es decir dos bigotes en el labio superior y otros dos en el inferior. Esta característica le viene de su familia, los ciprínidos, que por norma general suelen presentar también estos bigotes otras especies como el barbo por ejemplo.

Ahora bien, en el Río Tormes por poner de ejemplo a Salamanca, podemos encontrar 3 tipos de carpas, siendo exactamente la misma especie. Los nombres de estas especies varían según el lugar.

1. Carpa común: es la de toda la vida, es decir, la que tiene el cuerpo recubierto de escamas al completo y con un color plateado.
   
2. Carpa espejo, royal, o real: una de las que más aparecen a los pescadores, esta es facil de identificar ya que presenta muy pocas escamas y de tamaño bastante grande. Su color es algo más amarillento tirando a verdoso.
   
3. Carpa cuero: Esta casi no tiene escapas y su piel es muy dura.

          

Como ya os digo la más común para mí en Salamanca es la real, ya que ellas mismas a base de seguir reproduciéndose van desplazando la evolución a la que más le convenga o a la más abundante.

Bueno, ahora vamos con sus hábitat y sus hábitos. Pues a las carpitas les gusta vivir bien traquilitas en los tramos mas bajos de los ríos caudalosos y embalses y por supuesto charcas. Estas zonas tienen un denominador común, aguas lentas, cálidas y fondos blandos donde encontrar comida. Es un pez muy pero que muy duro en el aspecto físico ya que es capaz de aguantar concentraciones muy bajas de oxígeno y altos índices de contaminación, lo que las hace muy resistentes en casi cualquier tramo del río.

Información importante para pescadores. Las carpas desovan entre mayo y julio en aguas profundas y con mucha vegetación a la que se pegan los huevos, con lo que si esperamos a que desoven, tendrán mucha pero que mucha hambre. Yo no digo nada más.

Las hembras desovan un total de 150.000 huevos, por cada kg de peso y eclosionan al cabo de 5 a 7 días. Su alimentación es puramente omnívora, ya que come invertebrados, materia vegetal e incluso pequeños peces. Una vez que alcanza un tamaño suficiente la carpa casi no tiene depredadores capaces de hacerles frente por lo que algunos autores afirman que la carpa puede vivir desde los 10 años hasta los 40.

Como ya os dije al principio, a las carpas les gusta las aguas lentas, por lo que no esperéis encontrarlas en ríos de montaña y esas cosas. Siempre embalses y ríos caudalosos y profundos en los que existan zonas remansadas.

Ahora bien, vamos a por el detalle de este bicho. ¿Cuantas personas han oído que este pez es autóctono? Una, dos, tres.... ¡¡¡TODO EL MUNDO!!! Y esto es.... ¡¡¡MENTIRA!!!

Os explico, la carpa es un pez asiático que se introdujo por todo el mundo dada la facilidad de adaptarse del pez. Se tiene constancia de la existencia de la carpa en el Danubio hace unos 2000 años. Y se sabe que los romanos en sus piscinas tenían carpas, ya que en escavaciones arqueológicas se han encontrado restos de estas especies.

Si nos centramos en lo que es España, fueron introducidas por los Romanos, traidas por supuesto de Asia, mientras que la real se introdujo mucho más tarde allá por el 1953 por el Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza de piscifactorías madrileñas.

En resumen, aunque a nuestra querida carpa se la considere autoctona, por la cantidad de años de que lleva existiendo en nuestras aguas, no lo es.

Por último recordaros que todas estas carpas que aparecen en fotos, son pescadas y desanzueladas, y devueltas al agua un vez que se les ha hecho la foto. Os aseguro que ninguna, al menos por mi parte muere.

El respeto siempre presente.