29 de enero de 2014

Sapo corredor

Sapo corredor (Epidalea calamita)



Como bien habéis leído los que sabéis de nombres científicos, al sapo corredor ya no se le llama (Bufo calamita), y todo esto es debido al gran avance tecnológico que hacen que mejoren las técnicas de análisis moleculares y de ADN, lo que conlleva a que los científicos estén desmantelando muchos nombres que ya estaban grabados a fuego en nuestras memorias. Aun así, estemos de acuerdo o no con los cambios realizados en las nomenclaturas, ahora lo correcto es llamarlo Epidalea calamita, o por su nombre común sapo corredor.


Pues dicho esto quiero situaros donde encontré al sapillo este. Lo encontré en una zona muy húmeda, cercana al río Tormes, caracterizada por sus cultivos de riego, lo que genera un hábitat muy bueno para todo tipo de especies anfibias o con necesidad de agua. A parte de todo esto, esta zona presenta numerosas charcas, que por la noche son hervideros de ranas y sapos que se les puede oír a kilómetros. Allí he visto gaviotas, lagartos, abubillas y todo tipo de bichejos.

Pes bien, este sapo se caracteriza, a diferencia de aquel que publiqué anteriormente, en el su tamaño, ya que suelen medir entre 5 y 9 cm, y como veis en la foto, este, es un sapo que entra en la mano.



Como veis, aunque sea pequeño, tiene un aspecto tosco y robusto, vamos que parece un bloque de cemento con patas, y a diferencia del sapo común (Bufo bufo) este tiene las pupilas horizontales de color verdoso. Poseen una linea vertebral amarillenta y sus patas traseras muy fuertes no estan adaptadas al salto sino a caminar.


A "grosso modo " se puede decir que su color es verde camuflaje con tonalidades claras. Hay que resaltar que poseen una linea en los flancos de su cuerpo de verrugas, muy llamativa.

Como es evidente, también sufren metamorfosis y sus renacuajos son de color negro y en algunos se llega a ver la linea dorsal amarillenta antes descrita. Pueden llegar a medir unos 3 cm, y en muchas ocasiones su tamaño se reduce al metamorfosearse y pasar a tierra.

Se estima que la esperanza de vida de estos sapos ronda unos 12 años. Su alimentación está basada en insectos e invertebrados y para ello sale por la noche recorriendo grandes distancias que lo posibilita que estos sapos puedan colonizar un montón de lugares.

Cuando ya tienen necesidad de aparearse, el macho, mediante su saco bocal comienza el griterío que incluso habiendo pequeñas poblaciones, permite que estos sapillos se encuentren. Son tan chulos que pueden hacer la puesta en un gran periodo de tiempo incluso en roderas de ruedas, lo que le permite una reproducción bastante fiable, aun así muchos mueren cuando las charcas temporales o esas roderas de coche encharcadas se secan. 

Como grandes amenazas este sapo tiene al hombre en su punto de mira, ya que si no es por destrucción de su hábitat o por modificación de los bosques de ribera, podría ser por la lluvia ácida.

Una cosilla más, este, como casi todos los sapos, generan una sustancia en la piel cuando los estas manoseando, y esta sustancia es irritante, así que, como ya os dije otro día, lavaros las manos siempre ok?



Con esto y un bizcocho nos vemos mañana a las cuatro :)



2 comentarios :

  1. Me quiere sonar este sapo.......jajajajaja sin comentarios

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