1 de abril de 2014

Lobo

Lobo  (Canis lupus)







De parte de la Nutria buena para todos vosotros:

Hola me llamo Luis y os quiero presentar a uno de esos animales que me fascinaron desde bien pequeño gracias al grandísimo Don Félix Rodríguez de la Fuente. 

Antes de nada quiero dar las gracias a mi colega forestal Álvaro García por dejarme esta oportunidad y felicitarle por llevar a cabo este blog que gustará a todo amante de la naturaleza. 

FICHA TÉCNICA

Orden: Carnívora (carnívoros).

Familia: Cánidos.

Género: Canis

Especie: Canis lupus 

Subespecies presentes: Una sola especie para la Península Ibérica. Se han descrito dos subespecies en la Península Ibérica: el Canis lupus signatus, que corresponde al lobo peninsular actual y el Canis lupus deitanus, que se localizaba en el SE peninsular, de menor tamaño y aspecto chacaloide, lo que se encuentra muy cuestionado hoy en día.   

Longitud de la cabeza y cuerpo, sin incluir la cola: unos 120 cms.

Longitud de la cola:  de 40 a 50 cms.

Peso: Entre 28 y 46 Kg., estando la media en torno a los 32 Kg. en los machos y en 28 Kg. en las hembras

CARACTERÍSTICAS

Morfología: En su colorido dominan los tonos marrones, aunque existen ejemplares más oscuros y otros más rojizos, estos últimos distribuidos en el pasado principalmente en la zona sur del río Duero. Los individuos jóvenes presentan generalmente tonalidades grisáceas muy apagadas durante el invierno, mientras que en el verano tienen un característico color marrón oscuro. 

Las características principales que diferencian el pelaje del lobo ibérico, del lobo europeo son las siguientes:
  • Manchas blancas en los belfos, llamadas "bigoteras",
  • Líneas verticales negras o muy oscuras que recorren el frente de sus patas delanteras,
  • Marca oscura a lo largo de su cola,
  • Mancha oscura alrededor de la cruz, llamada "silla de montar".
Estas marcas son las que le han valido a la subespecie el nombre de signatus, que significa "signado", es decir, con señales o marcas.



Longevidad: Puede vivir hasta los 14 ó 15 años, aun cuando lo normal es que no supero los 6-8 años en estado salvaje.

Celo: Un solo celo, entre finales de enero y principios de abril.

Gestación: La gestación dura unos 60 días.

Época de parto: El parto suele coincidir con el final de la primavera.

Parto: El lobo tiene una camada anualmente, dando a luz de entre tres a ocho cachorros, entre mayo y junio

Madurez sexual: En su segundo invierno de vida, y antes de cumplir los dos años, alcanzan la madurez sexual y se convierten en lobos adultos. En el grupo solo copulan y crían los ejemplares dominantes, que suelen denominarse macho y hembra “alfa”.

Alimentación: El lobo es un carnívoro depredador. La mayor parte de su dieta está compuesta por presas cazadas, aunque ocasionalmente puede competir con aves carroñeras por los restos de animales que han muerto de forma natural o por accidente, así como por restos provenientes de vertederos cercanos a núcleos de población humana. También es conocido el hábito, en determinadas estaciones, de consumir alimentos de origen vegetal, tales como frutos silvestres. El lobo también aprovecha la carroña como complemento de su dieta.  

La Manada: Los lobos ibéricos raramente forman grupos de más de siete individuos. En primavera y verano, los grupos se reducen a un número de adultos que suele oscilar entre tres y cinco en el mejor de los casos. Más común es la formación de parejas acompañadas a veces de un individuo subadulto. Al parecer, el número de integrantes de la manada está en relación directa con los hábitos alimentarios.

Por regla general, los lobos se desplazan en fila india. No siempre abre la marcha el individuo dominante, sino que con frecuencia lo hace un individuo que actúa como prospector y que transmite algún tipo de señal al resto del grupo. A veces el lobo prospector podría dejarse ver deliberadamente para llamar sobre él la atención de la presa

En campo abierto, los lobos actúan de manera que son los individuos más débiles o peor dotados de un rebaño de herbívoros (las crías y las hembras viejas) quienes sufren particularmente su ataque. Eso no significa que la selección de la pieza constituya un acto consciente por parte de la manada, sino que ésta se limita a perseguir a aquellos animales que no puedan escapar de su acoso con la debida rapidez. Naturalmente, los mejor dotados eluden con mayor facilidad los ataques de los lobos. Como consecuencia, éstos centran su atención en aquellos ejemplares que evidencian un estado de minusvalía física. La selección de la presa se reduce a una mera actitud de expectación, acorde con su carácter de animal oportunista.

El cooperativismo implica ahorro de energía. Frente a los rebaños domésticos, los lobos suelen actual coordinadamente, poniendo en práctica la técnica del acecho. Si su labor se ve dificultada por la presencia de perros pastores, uno de los lobos se deja ver, atrayendo sobre sí la atención de los perros. 

Cuando se trata de capturar conejos, uno o varios lobos actúan a manera de batidores, mientras los demás se mantienen a la expectativa, por lo regular cerca de la entrada de la conejera, adonde la presa acosada acudirá buscando refugio. Solamente en uno de cada ocho intentos logran los lobos abatir a los corzos tras desplegar los correspondientes movimientos de estrategia. En el caso de los ciervos, la proporción de éxito alcanza el uno por seis (Grande del Brío, Gallego).

Fundamentalmente el lobo pone en práctica dos técnicas de caza:
  • Contra las presas de gran porte, como vacas, caballos o ciervos, los lobos infieren heridas en la parte posterior del cuerpo, centrándose sobre todo en la región ventral.
  • Contra las presas de mediano y pequeño tamaño, los lobos proceden mordiendo en el cuello, desgarrando la región cervical, la tráquea y la glotis. Es el procedimiento normal para matar cabras y ovejas.

Hábitats: El lobo es una especie generalista, que habita desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altitud, aun cuando el histórico enfrentamiento que viene manteniendo con el hombre ha limitado su presencia a territorios donde poder esconderse y de difícil contacto visual.

Distribución: Estos lobos poblaban la mayor parte de las tierras al sur de los Pirineos hasta principios de este siglo. Sin embargo, durante los últimos cien años han venido sufriendo una persecución sistemática y una serie de trabas indirectas para el correcto desarrollo de sus poblaciones. El número total de ejemplares de Canis lupus signatus que se pueden encontrar en España varía según las fuentes. El último censo fiable data de 1988, e indicaba la existencia de 1.500 a 2.000 individuos. En la actualidad la población puede estimarse en aproximadamente 1.500 ejemplares, distribuidos prácticamente en el cuadrante noroccidental de la Península.    



Mientras que en los años 50 la presencia del lobo era patente en todo el oeste de la Península (no hay que olvidar su presencia en Portugal) más en los Pirineos, un estudio realizado recientemente por el CSIC (Palacios, 1999) revela que al sur del Río Duero (Sierra de San Pedro en Extremadura y Sierra Morena) el último lobo podría haber muerto hacia 1983 y que no existe presencia confirmada ni rastros biológicos de su existencia en la zona oriental de España, aunque es posible que persistan algunos grupos en los Pirineos y el País Vasco. Algunas reservas naturales también albergan a pequeños grupos de lobos (Hosquillo en Cuenca, Ordesa en Huesca).

Huellas: Marca cuatro dedos, con sus uñas, siendo su aspecto muy similar a la de un perro grande, pero más ancha y con las impresiones de las almohadillas digitales más alargadas y separadas, con una fuerte escotadura posterior en la almohadilla plantar, que también aparece muy marcada. El tamaño medio está en torno a los 10x11 cms. para el pie anterior y 7x8 para el posterior.



Excrementos: Van a depender en su coloración y aspecto del alimento consumido, aunque por lo general son de color gris oscuro, grandes y cilíndricos, de 10-15 cms. de longitud y 2-4 cms. de grosor, siendo habitual la presencia de pelos. Suele depositarlos en lugares elevados.


Excrementos despues de haber comido jabalí.


Otros rastros: Muy variados, como GUARIDAS, que son parecidas a las tejoneras, pero con agujeros moderadamente profundos y una entrada bien marcada, con grandes cúmulos de tierra en la entrada procedentes de la actividad cavadora. DESPOJOS: su costumbre de no terminar de devorar a sus víctimas, así como el tamaño de ellas, es un buen indicio para constatar su presencia en un territorio, aun cuando perros asilvestrados pueden ocasionar daños similares a los del lobo, que frecuentemente se atribuyen a los lobos En algunas ocasiones el lobo arranca un trozo del animal, para llevárselo a enterrarlo en tierra, como hacen los perros, costumbre heredada de los lobos. En invierno y en lugares con nieve abundante, también pueden enterrar a estos restos en nieve.

Dimorfismo sexual: El macho es mayor que la hembra. También son visibles los testículos del macho y el pene.

Enemigos naturales: El hombre es el único y tradicional enemigo natural del lobo, al no contar en nuestro territorio con otros enemigos naturales importantes. Los cachorros, aunque son muy indefensos en los primeros días de vía, son defendidos con virulencia por la madre. 

Curiosidades mitológicas: Nuestra tradición, alojada ya en el inconsciente colectivo, es rica en alusiones a la supuesta perversidad y agresividad del lobo. La influencia católica ha hecho además que se haya considerado al lobo como una "criatura de las tinieblas", incluso vinculada al demonio.

Desde la antigüedad el hombre se ha sentido atraído por el lobo. Ha sido una relación ambivalente de miedo y admiración hacia la especie, rodeado todo ello de misticismo y leyendas, como las conocidas leyendas de Rómulo y Remo en la mitología romana o la de Gárgoris y Habidis en la mitología griega, que presentan en su descripción situaciones similares, en las que cachorros humanos son amamantados por lobas salvadoras.



Principales problemáticas: Los daños que el lobo ocasiona en el ganado doméstico y en las especies cinegéticas, ha generado una ancestral persecución del lobo por el hombre, que lo ha llevado al exterminio en amplios territorios. Planes de gestión que prevean mecanismos de compensación e indemnización rápida y completa, a los afectados por los daños de los lobos, es una necesidad vital para esta  especie.  


Después de este apasionante artículo escrito por mi gran amigo "Luis" os invito a todos los que lo habéis leído a intentar hacer un pequeño debate sobre su problemática actual, ya sea aquí mismo, o en Facebook. 

Espero que lo hayáis disfrutado, y si alguien quiere animarse a hacer otro, ya sabe, que lo haga. Muchas gracias a todos y nos vemos. Disfrutadlo.

1 comentario :

  1. Voy a romper el hielo empezando yo!! Creo que lo primero que deberiamos de tener en cuenta con el lobo, es que es un animal salvaje que no mata por matar sino por comer. Dicho esto, no entiendo porqué se le persigue de esta forma tan extraña. Un lobo, es un animal carnívoro que caza por necesidad y si esto lo tenemos bien claro no se que problema hay. Vamos a ver, las leyes están para algo, con esto quiero decir que si "el lobo" mata a un determinado número de cabezas de ganado al año y este número esta reembolsado por el estado en concepto de indemnización, no pasa nada. Lo que no puede ser es que, esta indemnización se aproveche por muchos ganaderos para "eliminar" ganado en mal estado. Se sabe que en muchos lugares, se piden estas indemnizaciones diciendo que ha atacado el lobo, y después de ir el experto, asegura al 100% que ha sido un perro. ¿Pero esto que es? Yo, asistí a un curso de SERAFO, un experto en huellas animales y especialista en el lobo y afirmaba que hay gente que se aprovecha enormemente del gran parecido que tienen las mordidas y pisadas de un lobo a las de un pastor alemán por ejemplo. Por tanto desde mi humilde punto de vista, se persigue al lobo de forma indiscriminada y sin motivo alguno. Repito es mi opinión, nada más. Un saludo

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