¡¡¡Hola de nuevo!!! Hoy os presento a mi amigo el Jacinto, tan típico por estos tiempos en todas la casas, por su olor y por su colorido.
Bueno, pues lo primero de todo es saber que esta planta fue introducida en Europa en el siglo XVI por lo los turcos. El jacinto pertenece a la familia de las liliáceas, y esta caracterizada por ser una planta bulbosa con 4-6 hojas alargadas erectas de un color verde muy intenso que aproximadamente miden entre 15 y 35 cm de largo. Entre medias de las flores va creciendo un tallo grueso, que a medida que va madurando va enseñando las flores pero sin llegar a abrirse, como si fuera un caparazón de escamas. Cuando el tallo está suficiente crecido y maduro las flores comienzan a abrirse y cuelgan del racimo como si fuera uvas. Sus flores las hay de muchos colores, blanco, rosa, violeta, amarillo y azuladas. El bulbo va creciendo por el interior por lo que las partes viejas serán las exteriores. Esto hace que la multiplicación por bulbos sea menor que otras especies.
Como ya os acabo de decir se utilizan por su colorido y su olor formando tapices muy bonitos. El 95% de la producción mundial de jacintos corre a cargo de los Países Bajos con mas de 1000 ha.
En estos países se lleva a cabo la multiplicación generalmente por bulbillos. Estos se consigue mediante cortes en un bulbo grande, propiciando a si la creación de nuevos bulbos, ya que por si solos generan muy pocos como dije antes. Esta actividad también se apoya con el cultivo de semillas solo para nuevas remesas.
Yo personalmente siempre tengo algún jacinto pululando por casa y siempre me vuelvo loco para conseguir que los bulbos no se consuman cada año más, y recientemente estoy poniendo en practica una lectura de un artículo que creo que puede estar bastante bien. Básicamente venía a decir que cuando tuviéramos los bulbos preparados y plantados será necesario abonar, siempre antes de que tenga flor. De esta manera se conseguirá que los bulbos no se consuman y aumenten en tamaño. Posteriormente una vez que el jacinto ya este en flor, abonar frecuentemente y cuando su flor marchite podremos proceder a retirarlos de la tierra y almacenarlos en lugar fresco y seco. Con esto en principio podríamos mantenerlos vivos todos los años.
Aun así os dejo unas fotos de los que tengo en casa (muy pequeñitos) que conseguí reproducirlos y unos gordos que compré hace muy poquito. A ver de que color salen.
¡¡¡Nos vemos Jacinto!!!!
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